Cuando la ausencia se vuelve costumbre
- Arturo Haro Gómez
- 18 oct 2015
- 2 Min. de lectura

CUANDO LA AUSENCIA SE VUELVE COSTUMBRE
Hola el día de hoy quiero platicarte lo que dio pie a esta publicación, primero te daré algunos antecedentes.
Mi hijo los martes y los jueves se queda a clases extracurriculares en su escuela. Como después de las clases solo tiene un tiempo corto antes de entrar a su entrenamiento de fut bol soccer, le llevamos de comer a la escuela y tiene media hora para comer antes de iniciar sus clases, entonces tratamos siempre estar los dos para acompañarlo a comer y que no coma solo, entonces ese día comemos todos juntos en el colegio.
El día de hoy estábamos todos comiendo y en eso llega un niño con su mochila, debió de ser un niño de 4to o 5to año de primaria, deja su mochila en la mesa donde estábamos, seguramente es de los que se queda todos los días y seguramente come solo, porque nos saluda se nos queda viendo y dice al aire "HAY COMO ME GUSTARÍA QUE MIS PADRES VINIERAN ALGÚN DÍA A COMER CONMIGO TAMBIEN" después se retiró de donde estábamos y se fue a jugar con otros niños en lo que empezaban las clases, mi esposa volteó a verme ya con lágrimas en los ojos por lo que acababa de suceder, 12 palabras que son pocas, pero con una profundidad de mensaje impresionante.
Y bueno eso es lo que me dio pie a platicar contigo el día de hoy.
Realmente que esta sucediendo en las sociedades modernas, creemos que si no tenemos las mejores casas, los mejores carros, los mejores ingresos y las mejores diversiones no somos felices. Y en el camino que sucede?, estamos dejando lo importante por lo urgente, es mas urgente el ingreso que nos alimente la bolsa y las comodidades que lo importante que es la familia que nos alimenta el espíritu.
Estamos siendo realmente los padres que queremos ser para nuestros hijos y dejando de ser los padres que nuestros hijos necesitan. Algo tan sencillo como el estar ahí un momento acompañándolo le hubiera podido quitar ese malestar que escondido el hijo guarda. Porque es probable que cuando estamos en casa nuestros hijos escuchen la consabida expresión, "trabajamos para que a ti no te falte nada" por eso tienes un video juego en tu televisor de 40 pulgadas en tu recamara, con toda la colección de estructuras para armar que desafortunadamente no hemos tenido tiempo de armar, pero veras que pronto ahora en vacaciones me daré un tiempo para armarlos juntos, tienes tu bicicleta y tienes muchas cosas que yo no tenía cuando era pequeño, así que da gracias y no te quejes.
Te suena familiar?, bueno que pasa entonces, nuestro hijo se queda callado y ante ese amor que tiene hacia ti, evita decirte el dolor que hay en su corazón.
"EL SOLO QUIERE QUE LO ACOMPAÑES UN DIA A COMER JUNTOS EN LA ESCUELA".
Y es así como poco a poco la ausencia se vuelve costumbre.
Que tengas una buena semana.
Arturo Haro
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