Envidia motor o barrera!!!

Una serpiente estaba persiguiendo a una luciérnaga. Cuando estaba a punto de comérsela, ésta le dijo: <<¿Puedo hacerte una pregunta?>>. La serpiente le respondió: << En realidad nunca contesto preguntas de mis víctimas, pero por ser tú te lo voy a permitir.>> Entonces, la luciérnaga preguntó << ¿Yo te he hecho algo?>>. <<No>>, respondió la serpiente. << ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?>>, <<No>>, volvió a responder la serpiente. <<Entonces, ¿por qué me quieres comer?>> inquirió la luciérnaga. <<Porque odio verte brillar>>, respondió la serpiente.

A que te sonó esta historia?, cuántas veces nos hemos visto envueltos en esta dinámica?, acaso es malo brillar?.

Tu te puedes encontrar en ambos lados de la historia, en la parte donde brillas y eres parte del botín de los que se sienten frustrados por tu éxito o en la parte donde anhelas aquello que otros tiene y caes en el juego de la envidia, más que de la admiración.

Envidiar es una emoción que no solo implica anhelar lo que otra persona tiene, querer estar pasando por la misma circunstancia que el otro, el acto de envidiar implica mucho más: te coloca en un plano de continua insatisfacción y de queja permanente. La envidia nace de la sensación o de la creencia de que nunca tendrás lo que el otro posee.

La envidia es un sentimiento que lentamente nos envenena y nos lleva en una espiral de insatisfacción donde los sentimientos afloran y nos auto destruimos. El enfado, dolor, ira y tristeza son los sentimientos con los que nos encontramos al pensar que no hemos alcanzado lo que otros si tienen.

Pero es muy sencillo envidiar sin pensar en el trabajo o el esfuerzo que para esa otra persona tuvo que realizar para llegar a donde se encuentra, cuando comprendemos que ese esfuerzo adicional es un requerimiento que también a nosotros podría llevarnos a esa posición la envida se elimina y el sentimiento se vuelve un motor que nos impulsa al logro de eso que tanto añoramos.

Vamos a hacer un acto de auto evaluación.

Toma un lápiz y responde sinceramente <<SI>> o <<NO>> a cada pregunta del siguiente test, en el entendido que no hay mayor acto de sabotaje que el que te hagas a ti mismo, así que si respondes con mentiras estarás solapándote a ti mismo.

1.- Si un amigo cercano tiene éxito profesional, ¿te sientes mal?

2.- Cuando alguien cercano a tu entorno de trabajo o vida privada actúa de forma acertada e incluso loable, ¿te cuesta felicitarlo?.

3.- ¿Te sientes mal cuando alguien importante habla maravillas de alguien que conoces?.

4.- ¿Sientes que no recibes el mismo afecto que muchos de tus amigos?.

5.- En las reuniones sociales. ¿te gusta destacar y ser el centro de atención?.

6.- ¿Criticas a la gente famosa o a personas que no conoces?.

7.- ¿Te alegra que alguien que ha triunfado esté pasando ahora un mal momento?.

8.- ¿Te sientes mal si te tratan de la misma manera que a otra ente?.

9.- Alguna vez has pensado que tus amigos no sabes lo que vales?.

Si el resultado es de 4 o más <<SI>>, permíteme decirte que tienes envidia. Esta puede ser sana o enfermiza, podrás tratar de buscarle alguna justificación; pero sea cual fuere el caso, es necesario que mires hacia tu propia vida y observes: que es lo que ha hecho el otro para llegar a determinado lugar que yo no he hecho?.

Esta reflexión no tiene como fin cargarte de culpas y reproches, sino ponerte ante un nuevo planteamiento acerca de la forma y las estrategias que debes accionar para llegar a tus objetivos. Lo que otras personas tienen no es fruto de la casualidad o de la suerte, sino de la acción, decisión y ejecución de lo dispuesto.

En pocas palabras no puedes mirar el éxito de las personas sin reconocer el sacrificio que hicieron para llegar a él, en la medida que tu logras acceder a esta parte del conocimiento te darás cuenta que este puede estar a tu alcance también.

Tratando de no ser dramáticos pero sí realistas, es necesario reconocer que muchas de las personas que hoy están en un lugar de privilegio han sido constantes, han decidido pagar el precio de trabajar, esforzarse y mejorarse siempre un poco más. Han dedicado tiempo a escuchar a sus mentores, a superarse, a sacar cada emoción que lastimaba su estima y que las detenía en el camino a su sueño.

Es importante que sepas que tu búsqueda personal es la que le dará el sentido a tu vida; tus metas y tus objetivos serán los que te liguen a tu destino; tus sueños y tu propósito enfocarán tu energía y tu accionar.

Soñar, proyectarse y ser cada día un poco mejores son los ingredientes de una autoestima sana, de alguien que sabe que las limitaciones solo están en la mente, que nadie la ha robado a nadie nada de lo que le pertenece, que la felicidad depende de lo que tu mismo eres capaz de poseer, que tu valía no está en función ni de la aprobación ni de la mirada ajena, que su recompensa está esperando ser recogida y que el éxito que te aguarda lleva TU NOMBRE.

Pero cuidado porque si tus pensamientos y tu mente son limitados y angostos, cuando llegues a la meta, por cierto, te enorgullecerás. Pero si tu mente y tus objetivos son ilimitados, nunca vas a sentirte omnipotente, porque siempre habrá más por conquistar, siempre habrá más por soñar.

Hoy ocúpate de ti:

• Valora el hecho de que te tienes a ti mismo.

• No esperes nada de nadie.

• Rompe tus límites.

• Pelea sólo por cosas que valgan la pena.

• Tómate tu tiempo para descansar.

• Busca consejos de gente sabia.

• Demuestra el amor y la ternura a los seres que amas.

No importa cuánto dolor hayas sufrido, ni cuanta gente se haya alejado de ti, ni cuantas traiciones hayas padecido: a la larga si te alejas de esos sentimientos que oscurecen tu corazón, realizas el esfuerzo por lograr tus sueños y te propones ser mejor cada día, entrarás en esa tierra donde los sueños se ven realizados y podemos decir que estamos completos.

Ve por lo que quieres, ama a los que te rodean y se feliz por el éxito de los demás por que a final de cuentas todos tienen el derecho de conseguir sus objetivos y ser felices.

Hasta la próxima….!!!!!!